PERIPLO POR UN SALÓN
El tercer día de salón, el 7 de abril, no por ser el último iba a ser el más tranquilo. Volvemos a acudir al salón de entrevistas, y a una buena hora para desayunar nos reunimos con el gran Daniel Clowes:
Tebeosfera. ¿Cómo empezó el gusanillo por los tebeos?
Daniel Clowes. Pues de muy pequeño ya me llamaban la atención aquellos cuadernos con dibujos coloridos y aventuras. Fue en casa de mi hermano, que era un gran lector de DC Comics y, por lo tanto, el acceso a ellos estaba muy a mano, y esto hizo que me interesase por este mundillo, más allá de la simple lectura.
T. Y a partir de ahí, al estrellato [risas].
D. C. Bueno, he tenido la suerte de poder trabajar en algo que me gusta y poder trasladar parte de mi mundo a este formato.
T. Bueno, y a otros, ya que han adaptado obras suyas al cine…
D. C. También, pero ahí he realizado otro tipo de trabajo, ya que no es obra totalmente mía, he trabajado mano a mano con los directores, colaborando y aportando puntos de vista donde era necesario, aunque el modelo utilizado cambiase, puesto que al cambiar de formato narrativo se necesita otro tipo de escritura.
T. ¿Y quedó satisfecho?
D. C. Por supuesto, sabía dónde me metía y los cambios posibles que cabría esperar.
T. Centrándonos en sus obras, en cierta ocasión comentó que para sus historias introduce personajes, facetas y sentimientos o bien propios o de personas a su alrededor…
D. C. Siempre, es algo que no puedo remediar, mostrar todo lo que ocurre a mi alrededor, a mi gente, incluso a mí, es lo que me mueve a hacer mis historias, lo que me motiva para asaltar la libreta y crear.
T. También es cierto que sus personajes crecen en su decadencia, tristeza, mala uva… ¿También hay parte de esto en Daniel Clowes?
D. C. También [risas], no todo van a ser valores morales válidos y virtudes excelentes, Hollywood es muy de eso: ensalzar siempre el lado positivo de todo y todos, cosa que me parece bien, pero no es siempre así, y a mí me gusta conectar con la gente en todos sus aspectos y reflejarlos en mis obras.
T. ¿Cómo es su método de trabajo?
D. C. Pues, como ya dije, siempre llevo mi libreta a mano, nunca se sabe lo que uno se puede encontrar por ahí [risas]. La lleno de sketches para ir apuntando las ideas que me van surgiendo, para después dar forma a todo. Acumulo muchísimas ideas de hace mucho tiempo y las voy adaptando poco a poco a mis historias actuales, para mí es como un proceso orgánico.
T. También ha trabajado para el medio audiovisual: con Ramones realizó una parte del vídeo I don’t wanna grow up…
D. C. [suspiro]. Un día recibí una llamada preguntándome si quería colaborar en realizar un videoclip con Ramones, y obviamente acepté, aunque tampoco me lo tomé demasiado en serio, hasta que el manager volvió a llamarme para darme las indicaciones de lo que querían para la animación. Al tiempo descubrí que fueron los propios Ramones quienes efectuaron la primera llamada.
T. Muchísimas gracias por su tiempo.
D. C. A vosotros.
Y ya a modo de despedida, tanto del 37 Comic Barcelona como de esta crónica trufada de entrevistas, tuvimos un último encuentro en el salón con David Rubín:
Tebeosfera. ¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo del cómic?
David Rubín. Siempre hubo lectura en casa, pero lo que más leí fue de Forum y Zinco, después con un amigo con el que me repartía Zona 84 y Cimoc. Además, como anécdota, me sirvió para declararme a una compañera de clase, haciendo un minicómic [risas].
T. ¿Y cómo se desarrolló el David autor?
D. R. Pues como muchos autores, haciendo fanzines con amigos y haciendo todo lo que nos pasaba por la cabeza, imagina. Gracias a unas jornadas celebradas en Ourense conocí a Miguelanxo Prado, forjando una buena amistad. Ya en 2001 comencé en la revista Golfiño, y aquí empezó el tema serio…
T. Y aquí comenzó a forjarse el autor que es ahora…
D. R. Pues podría decir que sí, en 2005 realicé como autor completo la obra El Circo del Desaliento, con Astiberri, que fue bastante duro, pero con ilusión, y sin ser muy consciente de dónde me estaba metiendo. Más adelante, con La Tetería del Oso Malayo, ya noté que la cosa iba bien tanto por las nominaciones como por la repercusión en el mercado de ventas…
T. Y ya con Cuaderno de tormentas explotó todo…
D. R. Sí, pero para bien [risas]. Aquí desfogué todos mis miedos en lo que se estaba convirtiendo esto de hacer tebeos, y sin saber lo que me iba a deparar el futuro y sin tener grandes esperanzas, realicé El Héroe, pensando en despedirme a lo grande, y la verdad que fue todo lo contrario, fue un enorme boom, incluso internacional.
T. Forjó su entrada en el mercado internacional a partir de ahí.
D. R. Sí, realicé algunos comic-books sueltos, pero donde ya me he sentido como un verdadero autor ha sido con Ether.
T. Es usted un autor que defiende y apoya el mercado español, ¿tiene algún proyecto o idea de futuro en él?
D. R. Pues algo hay, me gustaría tirar más hacia el mercado y la edición nacional, incluso como autor completo otra vez.
T. ¿Y en el mercado internacional?
D. R. Pues también hay algo, una futura colaboración con Jeff Lemire.
T. Gracias por su tiempo.
D. R. A vosotros.
Ha sido un placer poder disfrutar estos días con algunos de los autores de cómic más interesantes de la actualidad, y es seguro que repetiremos la experiencia.
Os dejo una ilustración del amigo Francfox_art para finalizar a lo grande.