SPIDERMAN #7. KRAVEN, EL CAZADOR

El cazador, cazado

Portada

Al hablar de un taco de Vértice siempre hay que hacerlo con pasión, memoria y nostalgia y si además se trata de un cómic de Spiderman la ecuación hay que elevarla al cuadrado. El primer héroe moderno consiguió hacernos más amena la vida en un mundo en el que poco entendíamos por la edad o por las pocas posibilidades que teníamos en aquella época. Esto nos lleva a adquirir tacos Vértice para atesorarlos y disfrutar de ellos como no podíamos antaño. Spiderman llegó para hacernos ver que los jóvenes podían tener poder suficiente para cambiar el mundo en una sociedad oscura y en la que todo estaba ensombrecido por la fe y la política. Los jóvenes de antes son los mayores de ahora y todos debemos revivir estos trocitos de Historia y encumbrarlos para conseguir que las generaciones modernas y las más talluditas sigan el mismo camino a la hora de valorarlos y ver con la misma ilusión y sentir con la misma alma las aventuras narradas en estos cómics tan queridos, admirados y añorados por todos.

Detrás de este taco se encuentran dos de los más grandes genios, Stan “The Man” Lee y Steve Ditko. Este dúo llegó a las más altas cumbres jamás alcanzadas en el mundo comiquero por crear a un muchacho picado por una araña radioactiva que le daría superpoderes. Parece una idea simple, pero el mundo que produjeron a partir de ella los ensalzaría a las cotas más inalcanzables del mundo del cómic. Spiderman es Historia viva del mundo de los tebeos. Después de más de sesenta años, sus aventuras son más actuales ahora que entonces y todo lo que se ha generado alrededor de él asombraría a sus autores en el momento de su creación. Spiderman es el justiciero solitario al que la suerte siempre le da la espalda y su fortuna económica es su cerebro privilegiado y una tía May con la que mantiene una relación tan fuerte como la pueden tener dos corazones que se quieren a los que la distancia en cuanto a edad y diferencia de época vivida no hace más que unirlos en un amor muy especial.

Este taco contiene dos relatos de nuestro amistoso vecino Spiderman, en el primero de ellos el Hombre-Araña se enfrenta a Kraven, el Cazador, en una batalla épica digna de ambos contendientes y que llevará a Peter Parker a utilizar todo su ingenio y todo el poder que posee para que la balanza se decante de su lado. También aparecerá otro enemigo acérrimo de nuestro superhéroe, nada más ni nada menos que el Camaleón, ese villano con mil y un disfraces y mil y una posibilidades de vencer a Spiderman con sus trucos. El segundo relato nos lleva al mundo circense y en él vemos toda una amalgama de villanos luchar contra Spiderman y Dan Defensor. Cómo no, estas aventuras se paladean en lugar de leerse. Se degustan cada uno de sus dibujos y cada una de sus letras, pues son Historias del cómic y tener la posibilidad de leer algo así es tan grande, tan magnífico, que el comiquero que se acerca a este tipo de tacos Vértice queda absolutamente complacido y revive recuerdos y momentos que fueron de gloria.

“Spiderman #7. Kraven, el Cazador” llena al lector de un sentimiento profundo de alegría por ver al Peter Parker que todos recordamos, el primigenio, el único, el inconfundible Hombre-Araña, que con su doble vida ayuda a su tía, al ciudadano de a pie y es él el que sufre las consecuencias de todo ello. Ahí es donde aparece la tristeza, la nostalgia por este desafortunado muchacho que se entrega a los demás, aun a costa de poner en juego su vida en todos los sentidos: personal, privada y propia, un papel, el de superhéroe, que le viene dado por sus autores como un regalo de cumpleaños del que no puede desembarazarse ni deshacerse. También hay que hacer mención que el que se podría llamar “amor de toda la vida” de Peter Parker, Mary Jane Watson, tiene sus primeras referencias en este taco, Peter y Mary Jane, Mary Jane y Peter, una pareja que tiene y tendrá multitud de altibajos, momentos tensos y situaciones de lo más rocambolescas, pero este tema… este tema no toca hablarlo ahora. Ahora gocemos de una lectura inigualable y del poso que deja en nuestra alma y en nuestros corazones.

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