El horror de la guerra a través de la inocencia de dos niños de ambos enfrentados
Gracias a un buen amigo al que pretendo entrevistar, me habló de esta maravilla y me ha llevado a descubrir un tipo de tebeo que desconocía: el manhwa. Producido en Corea, también me ha llevado a adentrarme por fin en el formato ultra popular del webtoon, ya que muchos que tienen éxito acaban dando el salto al papel, como en este caso.
Jung Ji Hun ya se hizo conocido por The Boxer, también publicada en formato digital, convirtiéndose en un auténtico éxito, pero que se encuentra inexplicablemente inédita por aquí, espero que esta serie dé a conocer a un autor tan personal y lleno de poesía que merece la pena estar atentos, ya que algo como este comic no abunda mucho.
Avanza y no mires atrás
Se tiene el nombre del punto al que se ve obligado a ir un niño, al que se le unirá una niña que formará parte especial para él forzosamente, debido al horror de la guerra entre las 2 Coreas.
Al iniciarse el relato nos parece todo confuso, pues todo sucede fuera de cámaras y teniendo el foco en las expresiones de un niño que no entiende nada, a todo esto le preceden unas páginas a color que junto a la portada forman un relato lleno de lírica hacia un mundo mejor y cerca del mar en el que no tiene que sufrir más, el lugar al que cree que se quiere dirigir.
El chico, del cual no conocemos su nombre, se tiene que enfrentar a las consecuencias de un ataque por parte del otro bando, lo cual deja a su madre tirada en el suelo mientras intenta meter los restos dentro de su cabeza con la esperanza de que así viva.
Sin hacer spoilers, pero he querido recalcar este fragmento para que se pueda ver la crudeza del relato, que para nada es gratuito, ya que al estar contado desde el punto de vista del chaval, está cargado de inocencia, esperanza y mucha poesía, no se ve nada explícito.
Acompáñame y superemos esto juntos
Al hacer noche en un autobús abandonado, se encuentra a la otra protagonista del relato, que instantáneamente se convierte en una personita especial para él, pues reconoce en ella todo el horror por el que ha pasado también, aunque sea del bando contrario.
Se ven embarcados en un viaje hacia el horizonte, lejos de la guerra y de los traumas que supone cargar con todo eso a las espaldas.
El valor y significado de esta vida no son más que una ilusión que el ser humano puede crear y destruir a su antojo.
La vida solo existe para acercarnos a la muerte.
Entre las tinieblas de aquello llamado existencia, todos nosotros desaparecemos poco a poco.
Y esa fue la gran verdad que el niño descubrió.
El manhwa no tiene mucho texto, ya que las imágenes reflejan perfectamente lo que el autor quiere sin necesidad de un texto redundante, pero cuando hace empleo de la palabra es para dejarnos frases y pensamientos llenos de verdad como el ejemplo que cito.
A mitad de camino se les une un hombre extraño del cual el niño desconfía, pero la niña le va cogiendo cariño, más adelante se descubre quién tenía razón. El niño busca mil maneras de huir, ya que se apropia de su comida, pero extrañamente el hombre con pinta de vagabundo no descansa y le es imposible urdir un plan de escape.
Con todo el tiempo que pasan juntos, la niña se encariña del hombre, lo cual hace que sienta unos celos terribles pese a que no tenían nada amoroso, pero sí habían pasado mucho tiempo en compañía y se había establecido, o eso piensa él, un vínculo por lo que mientras avanzan por los cuerpos ya difuminados de la guerra, en unos paisajes llenos de detalle que invita a pararse y respirar, el chico poco a poco intenta ingeniárselas para dejar atrás a ese hombre que solo gruñe y se encuentra en un estado casi primitivo y con oscuras intenciones.
Poéticamente cruel
Es de las mejores lecturas que leí el pasado 2023, y van unas cuantas. Ya no solo por mostrarme a un niño que lo ha perdido todo y que lo único que quiere es reencontrarse, inútilmente, con su madre hasta que conoce a una niña por la que merece la pena seguir viviendo y encontrar esperanza amarga en un mundo demasiado cruel para existir.
Un relato lleno de una angustia incómoda, pero que está dibujado con una delicadeza y un cuidado como pocos he visto en mucho tiempo y voy avisando que no es una lectura fácil: Lo que te está contando la historia en sí nos lo muestra gráficamente con cuerpos que se convierten en un simple borrón, ya que a veces la identidad personal no importa, así como por lo que pasan los críos que llega a causar impotencia, pues es una historia que no deja respiro, y que no paran de sufrir hasta la última página.
Pero lo mejor es que invita a una sufrida relectura reposada que permanece en la memoria y tener conciencia incómoda.
Todo ello lo hace con un estilo gráfico que no he visto, o por lo menos no estoy acostumbrado, pues desde el detalle de los ojos oscuros del chico, que están llenos de información implícita, hasta los increíbles paisajes de ensueño y llenos de detalles por los que pasean.
Merece detenerse para apreciar ese cuidado que le pone el autor a lo que verdaderamente importa, los pequeños detalles llenos de belleza en un mundo hostil, ya que la vida consiste en enfocarse en los buenos momentos para que los malos no te arrastren.
Editorial a la altura
Reconozco que tampoco conocía a la editorial Kibook, pero vista la labor que han hecho editando esta colección de 3, ya publicados, con un papel de acuarela para la portada, unas páginas a color increíbles y un tamaño habitual con gramaje de papel para este tipo de publicaciones, con un precio ajustadísimo, desde luego no me ha hecho dudar para estar atento a sus próximas publicaciones una vez finalice esta serie y dar la oportunidad a otras que seguro merecen la pena.
Deseando que se publique The Boxer para poder ir leyendo toda la obra de Jung Ji Hun del que me he enamorado y obsesionado un poco, para qué nos vamos a engañar.
Edición
The Horizon Vol.1. 2023. Rústica. 13,8 x 20,9 cm. 376 páginas. Blanco y negro con páginas a color. 14, 50 euros. Kibook Ediciones
[…] nueva obra con un cambio de registro que a priori contrasta mucho con The Horizon, pero que en el fondo habla de lo mismo: De nosotros […]