Ternura e incredulidad ante el desastre
RESEÑA Y OPINIÓN
Esta vez, la editorial Blackie Books es la encargada de traernos esta preciosa obra. Una obra que cuenta con un estilo naif y unos personajes entrañables que hacen contraste con la dura realidad que se les espera. Raymond Briggs construye con esta obra una gran crítica bélica, que nos muestra que los peligros del calibre del armamento actual, no solo influyen en la vida de militares, sino también en la de civiles.
La obra destaca por su enfoque humanista y trágico sobre los efectos de una guerra nuclear en la población más de «a pie». Es una obra que recurre a la cotidianidad de la vida de dos ancianos para exponer ante el lector las consecuencias del armamento nuclear.
Nos presentan a Jim y Hilda, dos abuelos que viven en una casita en el campo, alejados del ruido de la ciudad y la vida ajetreada. Tienen una vida de lo más normal: yendo al pueblo más cercano, a por pan, a la ferretería si necesitan arreglar algo o a la tintorería si manchan alguna tela que no logran limpiar.
Jim y Hilda llevan una vida normal de abuelos, molestándose por lo que se molestaría un abuelo y preocupándose por lo que se preocuparía un abuelo. Eso consigue que el espectador empatice con ellos, al fin y al cabo son dos ancianos incrédulos que viven una vida tranquila en el campo, lo más corriente que nos podamos imaginar.
Jim escucha en la radio sobre la posible catástrofe nuclear y empieza a preocuparse. Consigue unos libros en la biblioteca sobre el tema y se esfuerza por hacer los preparativos, unos preparativos muy poco útiles para el oscuro futuro que se les avecina. Lo que sorprende de esta obra es la ternura de los protagonistas, viéndose contrastada con la cruda realidad a la que son sometidos.
Veremos cómo afrontan la inminente pesadilla de una forma incrédula y naif, preparándose pensando que de esa forma evitarán el problema. Además, la forma de prepararse es muy rudimentaria, con elementos cotidianos y no son realmente conscientes del problema que tendrán que afrontar.
Ni siquiera serán conscientes del problema una vez suceda: pensarán que el dolor de cabeza es una fiebre, que la gente no sale a la calle porque está cansada o que todo el problema es momentáneo y acabará pasando.
Y eso es lo que más sorprende al lector, la esperanza y positivismo que inunda los corazones de los personajes sometidos al duro peso del infierno que se aproxima. La esperanza y la bondad son los instrumentos perfectos para que en una historia los lectores conecten con los protagonistas. Y nuestros dos personajes rebosan exactamente esas dos características. Todo este positivismo hace que la crítica sea aún más dura y ácida.
Además, pienso que aparte de la clara crítica al conflicto bélico, hay una crítica hacia los medios y la desinformación, ya que además de no prepararse como deben, tampoco son conscientes del problema que se cierne sobre ellos, las noticias no hacen recomendaciones ni sugerencias, se centran más bien en la grandeza del titular en primera página.
A nivel artístico trabaja con estilo muy naif y un coloreado básico en el que se ven los trazos, totalmente adecuado para el tono de la obra que estamos tratando. El dibujo naif acompaña muy bien a los personajes entrañables que nos presentan, ya que logra crear ese ambiente infantil que contrasta mucho con la trama de la obra.
Cuenta también con unas páginas recargadas de viñetas y cuadros de texto, los cuales ayudan a esa sensación de encapsulamiento que podemos tener a la hora de disfrutar del cómic. Estas viñetas minúsculas contrastan mucho con algunas ilustraciones a página entera que encontraremos en determinados momentos importantes de la historia.
Además, notaremos como se degrada el entorno y nuestros personajes a medida que pasa el tiempo por la radiación una vez explote la bomba. Esto le dará una capa más atmosférica a la obra y realmente está muy bien conseguido este efecto.
En fin, la dura crítica que se hace en este libro y el estilo tan infantil que puede llegar a tener con ese dibujo y esos personajes, hacen de esta obra una lectura muy interesante y profunda en ideales, es un buen libro para que la sociedad sea consciente de la magnitud de estos problemas.
AUTOR
Raymond Briggs (1934–2022) es conocido por llegar a todas las edades y escribir libros que cualquier persona puede disfrutar. Es autor de obras como «El Muñeco de Nieve», «Ethel y Ernest», «Papá Noel» o «El mundo oculto de los cavernosos». «Cuando el viento sopla» es un cómic que ayudó mucho a la internacionalización del autor, convirtiéndose en un referente del cómic infantil y la Ilustración.
Su legado sigue siendo importante en el mundo de la literatura infantil y la ilustración, y muchas de sus obras han sido traducidas a varios idiomas y siguen publicándose y adaptándose en diversos medios.
EDICIÓN
«Cuando el viento sopla» de Raymond Briggs. La editorial original es de Hamish Hamilton, en Reino Unido, el país de origen del autor. En España lo publica Blackie Books La edición es cartoné y es grande y vistosa, cuenta con unas medidas de 22 x 30 cm con 80 páginas a color y un precio de 21€.