Disparo a disparo

Este retapado de Forum te sumerge inconscientemente en un mundo sin ley donde la justicia se llama Frank Castle. Esa sensación de ojo por ojo y diente por diente te adentra en la nostalgia de los que a principio de los noventa disfrutaron de un personaje cuyo sentido por la ley y el orden se había visto pocas veces en nuestros amados tebeos y solamente, quizás, en la gran pantalla. Ver cómo el Castigador antepone su sentido del honor en un mundo lleno de lo que para él son actos de venganza y situaciones que ha de resolver por la fuerza le lleva a uno a pensar cuan patriótico es todo esto y si la capacidad del ser humano para tomarse la justicia por su mano es algo bien recibido en esta sociedad. Dichosos los que pudieron gozar de sus aventuras en su momento. Regocijaos por las sensaciones que os hizo sentir un Castigador con un sinfín de posibilidades para destruir a sus enemigos y con unas habilidades igualables a sus armas.

El eje principal de la creación de este Castigador es el guionista Mike Baron. Lamentablemente, en los cinco episodios de los que consta este retapado le acompañan cuatro dibujantes diferentes y el único que salva los muebles es Erik Larsen. Aun con estas dificultades en juego para Baron, podemos disfrutar de tres aventuras autoconclusivas y dos capítulos en los que se ve el inicio de una minisaga sobre el mundo Ninja, pudiendo gozar también de la aparición del Caballero Luna para formar dúo con el Casti. Y es que los años noventa fueron crueles para el personaje más duro de la Marvel, al no conseguir encadenar buenas sagas ni momentos estelares, a excepción de su obra cumbre, de la que hablaremos más adelante, y que fue la razón por la que muchos compraban el Castigador de los años noventa: la inclusión del “Diario de Guerra”, una aventura asombrosa que aun a día de hoy no comprendo por qué no pudo publicarse como una serie limitada, una maxiserie o como una serie aparte y no como complemento de la serie principal.

A este retapado hay que cogerle cariño, principalmente por la aventura en la que el Castigador forma dúo superheroico con el Caballero Luna. En este primer encontronazo entre ambos se darán cuenta de que sus métodos tampoco distan mucho los del uno de los del otro y que sus habilidades forman parte fundamental para conseguir sus objetivos. En esta aventura, especial por su entidad, tanto el Casti como el Caballero Luna hacen alarde de todas sus capacidades y dan lo mejor de sí mismos para que sus rivales caigan irremediablemente ante ellos. Nos encontramos ante un tomo que, en su conjunto, con los cinco episodios de los que consta, nos atrapa irremediablemente en un mundo de uzis y metralletas que convierte cada viñeta en un recuerdo de los años noventa convertidos en un Castigador resolutivo y combatiente de tú a tú contra criminales que eran un reflejo de la lucha de la sociedad en aquellos tiempos. Gracias a Mike Baron pudimos ver cómo un personaje que se toma la justicia por su mano tenía cabida en un entorno que era la cruda realidad del momento; eso sí, modificada para adaptarla a un cómic atrevido, sanguinario y duro. El Castigador en estado puro.

Pero aparte de la línea principal de publicación del Castigador, en Forum se publicaba como complemento de unas ocho páginas una aventura espectacular titulada “Diario de Guerra”, guionizada por Carl Potts y dibujada por Jim Lee. En ella se podía ver a un Castigador más centrado en la resolución de problemas mediante medios no tan sádicos y más racionales, utilizando más la inteligencia y menos la fuerza bruta, aunque nunca dejaría de ser el Castigador y haría honor a su nombre en cada episodio. Con todo esto, este retapado consigue destacar lo mejor de un personaje que siempre lo ha dado todo por convertirse en un aliado de nuestros corazones, ganarse un huequecito en nuestra alma a base de disparos y explosiones y ocupar con gran autoridad un lugar especial en nuestra biblioteca personal, donde no puede faltar este Castigador que hace alarde de sus habilidades para convertirnos en su compañero mediante su lectura y enfrentarnos junto a él a los enemigos más despiadados.